Barrabás (1950), se basa
en la historia bíblica de la liberación del ladrón Barrabás en lugar de
Jesucristo. El escritor imagina la vida de Barrabás después de su liberación.
El criminal cree que fue salvado para difundir el mensaje de Jesús, pero en su
lucha religiosa no entiende el porqué de las persecuciones ni la inacción de Dios
para evitarlas. El Verdugo (1933), expone el simbolismo del verdugo que
ejecutaba la pena capital en la edad media. Es una crítica al totalitarismo, al
racismo, a los actos de lesa humanidad, y en concreto al nazismo. El verdugo
simboliza al poder de la muerte y el odio, una especie de cristo salvador
inmortal que encumbra a unos a costa de la muerte de otros, mientras que Dios
es un ser lejano de piedra totalmente inactivo. El Enano (1944), es una obra
donde el protagonista, un enano de la Italia renacentista, es la encarnación
del mal. Extremadamente cruel, ama la guerra y desdeña las debilidades humanas.
Un ejemplo de la gran maldad que se puede albergar en el alma y la ruptura de
la línea entre lo humano y lo bestial.