Jean Floressas des Esseintes
es un joven francés de familia aristócrata, titular del Château de Lourps.
Huérfano desde la adolescencia, las relaciones con otros seres humanos no le
deparan sino desilusión. Su padre siempre estuvo ausente, y su madre vivía
recluida presa de su talante depresivo. Una vez acabados sus estudios con los
jesuitas, y comenzada su experiencia de la buena sociedad parisina, descubre
que el mundo y las personas lo aburren tremendamente. Sus familiares son
nostálgicos reaccionarios y sus compañeros de estudios le resultan vulgares y
previsibles. Para su sorpresa, los ambientes intelectuales son caldo de cultivo
de mezquindades y estrechez de miras. La vida familiar no le trae ningún buen
recuerdo, pero acaba cansándose de frecuentar los prostíbulos. Acabará por
detestar el mundo moderno, que está repleto de "bribones y
estúpidos".Presa de la misantropía, y en busca de una vida más intensa,
vende su castillo familiar y decide recluirse en una mansión, en la localidad
de Fontenay-aux-Roses, que decorará de acuerdo con sus gustos decadentistas. En
esta casa se dedica a explorar toda clase de arte: Gustave Moreau, en especial
su cuadros Salomé y La aparición, Baudelaire, cuadros, perfumes, hasta que algo
no esperado lo obliga a abandonarla y de esta forma acabar con su mundo de
ensueños.Des Esseintes es un dandy y esteta rebelde, que se caracteriza por su
cinismo ético y su perversidad moral. Encuentra placer en la perversidad
estética, como forma de invertir las normas y los valores convencionales que
imperan en la sociedad de su tiempo. Se rebela contra el conformismo moral y
los prejuicios sociales. Des Esseintes cree que los valores de libertad y
progreso de la sociedad moderna son hipócritas y falsos, pues encubren la
explotación del prójimo y fomentan la insatisfacción espiritual y el dolor de
la vida. El pesimismo del personaje, reflejo de la obra de Schopenhauer, se
enlaza con la perversidad y el cinismo como formas estéticas de rebeldía
individual frente al mundo social.