Pinkie, el protagonista
de esta novela, es un matón de poca monta de Brighton que ve su poder amenazado
cuando se establece en la ciudad un delincuente de más altos vuelos. Acaba de
matar a un periodista, y la llegada de una joven con el propósito de esclarecer
el caso le llevará a planear el asesinato de su propia novia, para evitar que le
delate, pero finalmente será él quien se ve abocado al suicidio. A lo largo de
buena parte de la novela, Greene consigue crear una creciente preocupación por
una jovencita poco atractiva como personaje, mediante la amenaza constante que
pesa sobre ella, y de la que la propia novia de Pinkie no es en absoluto
consciente.